El ejercicio es fundamental para la salud, pero si sufres de dolor de espalda, no todos los deportes son recomendables. Algunos pueden agravar tus molestias y retrasar tu recuperación. Aquí te detallamos cuáles debes evitar o modificar para proteger tu columna vertebral.
Deportes de alto impacto
Los deportes que implican saltos repetidos, cambios bruscos de dirección y aterrizajes fuertes pueden ser perjudiciales para la espalda. Entre ellos se encuentran:
- Baloncesto: Los saltos y los cambios de dirección pueden generar una gran presión sobre la columna.
- Vóleibol: Los saltos y los movimientos explosivos pueden agravar el dolor de espalda.
- Fútbol: Los cambios de dirección bruscos y los golpes pueden lesionar la espalda.
- Atletismo: Las carreras de larga distancia y los saltos pueden sobrecargar la columna vertebral.
Deportes con torsión
Los deportes que implican torsiones repetidas de la columna también pueden ser perjudiciales, especialmente si tienes una lesión. Entre ellos se encuentran:
- Golf: Los giros repetidos del tronco pueden irritar los discos intervertebrales.
- Tenis: Los movimientos de torsión pueden causar lesiones en la espalda baja.
- Esquí: Los cambios bruscos de dirección y los impactos pueden afectar la columna vertebral.
¿Qué deportes son seguros para la espalda?
Si sufres de dolor de espalda, es recomendable optar por deportes de bajo impacto que fortalezcan la musculatura del tronco de forma suave y progresiva. Algunos ejemplos son:
- Natación: El agua proporciona una flotabilidad que reduce la carga sobre la columna.
- Pilates: Mejora la fuerza y la flexibilidad de la espalda, además de mejorar la postura.
- Yoga: Ayuda a fortalecer los músculos de la espalda y a mejorar la flexibilidad.
- Ciclismo estático: Permite un ejercicio cardiovascular de bajo impacto.
¿Cómo prevenir lesiones en la espalda al hacer deporte?
- Calienta antes de cada sesión: Un buen calentamiento prepara los músculos y articulaciones para el ejercicio.
- Escucha a tu cuerpo: Si sientes dolor, detente y descansa.
- Utiliza calzado adecuado: Un calzado deportivo adecuado puede ayudar a prevenir lesiones.
- Consulta a un fisioterapeuta: Un fisioterapeuta puede diseñar un programa de ejercicios personalizado para fortalecer tu espalda y prevenir lesiones.