Nueve de la mañana: llegamos a la oficina, saludamos a los compañeros de trabajo, encendemos nuestro ordenador y nos sentamos en la silla ergonómica con una postura que poco tendría que envidiar a la de Joseph Pilates. Pero, ¡ay!, van pasando las horas, vas picando datos o elaborando informes y al mismo tiempo vas echando el trasero hacia delante y hundiéndote cada vez más bajo tu escritorio.
Sobre las once de la mañana, sin haberte levantado aun de tu puesto, estás prácticamente tumbado debajo de la mesa, sentado encima de la pierna derecha y con la espalda hecha un ocho. ¿Todavía te preguntas por qué te duele la espalda cuando terminas tu jornada laboral?
Y es que no siempre somos conscientes de nuestra postura, o no tanto como deberíamos serlo. Si quieres mantener una buena higiene postural durante todo el día, aunque te pases más de ocho horas sentado delante del ordenador, ahí va un truquito: pon la alarma cada hora en tu reloj.
Muchos de los dispositivos de seguimiento de actividad como pulseras o relojes inteligentes disponen de una función que podemos programar a través de la cual cada X minutos nos dan un aviso para que nos levantemos de la silla y pasemos al menos un minuto en movimiento. Esto no solo te ayuda a que te muevas más en tu día a día, sino que también puede ser beneficioso a la hora de cuidar tu postura: no olvidemos que el sedentarismo y el estrés también son factores importantes a la hora de generar posibles dolores o lesiones.
El mero hecho de levantarnos de nuestra silla ya hará que una vez que nos volvamos a sentar mejoremos nuestra postura de forma consciente: cuando vuelvas a sentarte seguramente lo hagas de forma correcta, apoyando la espalda por completo en el respaldo de la silla, con los glúteos bien apoyados en el asiento, la cadera formando un ángulo de 90 grados y con los dos pies apoyados en el suelo. Los antebrazos deben colocarse sobre la mesa y los hombros deben estar relajados (no cerca de las orejas) sin tener la cabeza adelantada.
Levantarnos de nuestra silla cada hora (siempre que sea posible: si interfiere demasiado con tu productividad puedes optar por programar intervalos de hora y media o dos horas) nos ayudará a mantenernos activos, desentumecer nuestros músculos y mantener una postura más correcta a la hora de trabajar que nos ahorrará posibles dolores de espalda a la larga, ¡pruébalo!
Fuente: vitonica.com