Correr es una actividad física que aporta muchos beneficios para la salud, como mejorar la capacidad cardiovascular, fortalecer los músculos, quemar calorías y liberar estrés. Sin embargo, ¿es conveniente practicarla a diario? ¿Qué riesgos puede tener para nuestro cuerpo? En este artículo te explicamos lo que debes saber sobre el running y sus efectos.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no existe una respuesta única para esta pregunta, ya que dependerá de varios factores, como el nivel de entrenamiento, la edad, el peso, las condiciones médicas, la alimentación y el descanso. No es lo mismo correr 10 minutos que una hora, ni hacerlo en asfalto que en césped, ni hacerlo con zapatillas adecuadas que con unas viejas. Todos estos aspectos influyen en el impacto que tiene el running sobre las articulaciones, los tendones, los ligamentos y los músculos.
En general, se recomienda alternar días de carrera con días de descanso o de otras actividades de menor intensidad, como caminar, nadar o hacer yoga. De esta forma se evita el sobreentrenamiento, que puede provocar lesiones, fatiga, pérdida de rendimiento y disminución de las defensas. Además, se favorece la recuperación muscular y se previene el aburrimiento o la falta de motivación.
Sin embargo, hay personas que pueden correr todos los días sin problemas, siempre y cuando sigan unas pautas básicas:
- Escuchar al cuerpo y respetar sus señales. Si sientes dolor, cansancio o malestar, es mejor parar y descansar.
- Variar la intensidad, la duración y el terreno de las carreras. No es conveniente hacer siempre el mismo recorrido ni al mismo ritmo. Es mejor alternar sesiones cortas e intensas con otras largas y suaves, y cambiar de superficie para evitar sobrecargar las mismas zonas.
- Calentar antes y estirar después. Es fundamental preparar el cuerpo para el ejercicio y relajarlo al terminar. Así se evitan lesiones y se mejora la flexibilidad.
- Hidratarse bien y llevar una dieta equilibrada. El agua y los nutrientes son esenciales para mantener el organismo en buen estado y reponer lo que se pierde con el sudor.
- Usar un calzado adecuado y ropa cómoda. Las zapatillas deben adaptarse al tipo de pisada y amortiguar el impacto. La ropa debe ser transpirable y no provocar rozaduras.
Si sigues estos consejos, podrás disfrutar del running sin poner en riesgo tu salud. No obstante, si tienes alguna duda o sufres alguna lesión, te recomendamos que consultes con un profesional de la proloterapia o la fisioterapia. En Proloterapia Medici somos expertos en el tratamiento de las lesiones musculoesqueléticas mediante técnicas innovadoras y eficaces. Contacta con nosotros y te ayudaremos a recuperarte y a mejorar tu calidad de vida.