La carrera es una actividad física muy beneficiosa para la salud, pero también puede provocar algunas molestias o lesiones si no se hace correctamente. Los corredores novatos suelen cometer algunos errores comunes que pueden causar dolores en diferentes partes del cuerpo, como las rodillas, los tobillos, la espalda o las pantorrillas.
Estos dolores pueden deberse a varios factores, como una mala técnica de carrera, un calzado inadecuado, una falta de calentamiento o estiramiento, un exceso de intensidad o frecuencia, o una superficie irregular o dura. Algunos de los dolores más habituales que aparecen en el corredor novato son:
- El dolor de rodilla o la tendinitis rotuliana: se produce por una inflamación del tendón que une la rótula con la tibia. Suele deberse a un impacto repetido sobre la articulación, a una debilidad muscular o a un desequilibrio entre los músculos del cuádriceps y los isquiotibiales. Se manifiesta como un dolor agudo en la parte anterior o inferior de la rodilla, que empeora al subir o bajar escaleras, al flexionar o extender la pierna, o al presionar la rótula.
- El dolor de tobillo o el esguince: se produce por una torcedura o un estiramiento excesivo de los ligamentos que unen los huesos del tobillo. Suele deberse a una pisada inestable, a un terreno irregular o a un calzado que no sujeta bien el pie. Se manifiesta como un dolor intenso en la parte lateral o posterior del tobillo, que se acompaña de inflamación, hematoma y dificultad para caminar o apoyar el pie.
- El dolor de espalda o la lumbalgia: se produce por una sobrecarga o una contractura de los músculos lumbares. Suele deberse a una mala postura al correr, a una falta de flexibilidad o fuerza en el tronco, a un exceso de peso o a una superficie demasiado dura. Se manifiesta como un dolor sordo o punzante en la parte baja de la espalda, que puede irradiarse hacia las nalgas o las piernas, y que empeora al agacharse, al levantarse o al girar el cuerpo.
- El dolor de pantorrilla o el síndrome compartimental: se produce por un aumento de la presión dentro de los compartimentos musculares de la pantorrilla. Suele deberse a una falta de oxígeno en los músculos, a una mala circulación sanguínea, a un calentamiento insuficiente o a un aumento repentino de la intensidad o la distancia. Se manifiesta como un dolor intenso y constante en la parte posterior de la pantorrilla, que puede provocar hormigueo, adormecimiento o pérdida de fuerza en el pie.
Estos dolores pueden prevenirse o aliviarse con algunas medidas simples, como elegir un calzado adecuado para cada tipo de pisada y superficie, realizar un calentamiento previo y unos estiramientos posteriores a la carrera, seguir un plan de entrenamiento progresivo y adaptado al nivel físico y los objetivos personales, alternar días de descanso y recuperación con días de actividad moderada, hidratarse correctamente antes, durante y después del ejercicio, y acudir a un profesional sanitario si el dolor persiste o se agrava.
Una opción muy recomendable para tratar los dolores que aparecen en el corredor novato es la proloterapia. La proloterapia es una técnica médica que consiste en inyectar sustancias naturales en las zonas afectadas para estimular la regeneración de los tejidos dañados y reducir la inflamación y el dolor. La proloterapia es segura, eficaz y mínimamente invasiva, y puede aplicarse tanto en tendones, ligamentos, músculos como articulaciones.
La proloterapia puede combinarse con la fisioterapia, que es otra disciplina que ayuda a prevenir y tratar las lesiones del corredor. La fisioterapia se basa en el uso de diferentes técnicas, como el masaje, la movilización, la electroterapia, el ejercicio terapéutico o la punción seca, para mejorar la función y el rendimiento muscular, articular y nervioso.
Si eres un corredor novato y sufres alguno de estos dolores, no dudes en consultar con un especialista en proloterapia y fisioterapia. Te ofrecerá un diagnóstico personalizado y un tratamiento integral que te permitirá recuperarte de tus molestias y disfrutar de tu pasión por la carrera.