Trotar es una actividad física que aporta muchos beneficios para la salud, pero también puede conllevar riesgos de sufrir lesiones en las articulaciones, los ligamentos o los tendones. Estas lesiones pueden ser causadas por un mal calentamiento, un exceso de intensidad o duración, un calzado inadecuado o una superficie irregular. Si has sufrido una lesión al trotar, es importante que sigas estos consejos para volver a la actividad de forma segura y progresiva.
1. Consulta con un médico especialista. Antes de retomar el ejercicio, debes asegurarte de que tu lesión está completamente curada y que no hay riesgo de recaída. Un médico especialista en medicina deportiva podrá evaluarte y darte el alta médica cuando sea oportuno. También podrá indicarte qué tipo de ejercicios puedes hacer y cuáles debes evitar según tu caso.
2. Realiza un tratamiento de rehabilitación. Una vez que tu lesión se ha curado, es necesario que fortalezcas la zona afectada y recuperes la movilidad y la flexibilidad. Para ello, puedes acudir a un fisioterapeuta que te aplique técnicas como el masaje, la electroterapia o la termoterapia. También puedes beneficiarte de la proloterapia, una terapia regenerativa que consiste en inyectar sustancias naturales en los ligamentos o tendones lesionados para estimular su reparación y aliviar el dolor .
3. Vuelve a trotar de forma gradual. No intentes retomar el ritmo o la distancia que tenías antes de la lesión. Empieza con sesiones cortas y suaves, alternando el trote con la caminata. Aumenta la intensidad y la duración de forma progresiva, respetando tus límites y escuchando a tu cuerpo. Si sientes dolor o molestia, detente y descansa.
4. Cuida tu técnica y tu equipamiento. Para prevenir nuevas lesiones, es fundamental que adoptes una buena postura al trotar, manteniendo la espalda recta y los hombros relajados. También debes elegir un calzado adecuado para tu tipo de pisada y que amortigüe el impacto. Asimismo, evita correr sobre superficies duras o irregulares que puedan dañar tus articulaciones.
5. Calienta antes y estira después. El calentamiento es esencial para preparar tus músculos y articulaciones para el ejercicio y evitar lesiones. Dedica unos 10 minutos a realizar ejercicios dinámicos como saltos, rotaciones o balanceos. Al terminar el trote, realiza estiramientos suaves y mantenidos de los principales grupos musculares implicados: cuádriceps, isquiotibiales, gemelos, glúteos y lumbares.
Siguiendo estos consejos podrás volver a disfrutar del trote después de una lesión sin poner en riesgo tu salud. Recuerda que en Proloterapia Medici somos expertos en proloterapia y fisioterapia, y podemos ayudarte a recuperarte de tus lesiones músculo esqueléticas con tratamientos seguros y efectivos. Contacta con nosotros y te asesoraremos sin compromiso.